El dormitorio de Van Gogh en Arlés y perspectiva de un cuarto

El dormitorio de Van Gogh en Arlés:

El dormitorio de Van Gogh era una de las habitaciones de la famosa Casa Amarilla que el artista había alquilado en Arlés.

Cuando pintó su dormitorio, Van Gogh llevaba un par de días reposando, encerrado en casa, por culpa del mistral y porque, después de varios días de trabajo extenuante, notaba la vista fatigada (algo frecuente en artistas que pintaban en el exterior, expuestos a la intensa luz del sol). 
Aunque en el cuadro no se aprecia, en las fotos podemos ver que no era rectangular del todo, sino ligeramente trapezoidal. Van Gogh utiliza una perspectiva algo distorsionada para pintar el cuadro de su dormitorio, pero lo cierto es que la pared del fondo tampoco era recta, así que esta sensación de inestabilidad que transmite la obra no es solo culpa suya.
 En una breve carta que le escribe a su hermano Theo el 16 de octubre de 1888, Vincent explica cómo es el cuadro que está pintando, El dormitorio de Van Gogh en Arlés, y le envía un boceto, describiendo de forma minuciosa los colores de los diferentes elementos


Un cuadro magnífico que pretendía transmitir calma y reposo, aunque el efecto que consigue es más bien el contrario (al menos para el común de los mortales, porque supongo que a él sí que le relajaba). Una habitación de muebles sencillos y rústicos, sin barnizar, tal y como era él, con esas sillas que más tarde utilizaría para pintar un curioso bodegón.
¿Qué le llevó entonces a pintar otras dos versiones del cuadro? Cuando Van Gogh estuvo internado en el hospital de Arlés, después de cortarse el lóbulo de la oreja, el Ródano se desbordó, inundando la casa, que estaba cerca. El agua dañó algunas de las obras, el dormitorio entre ellas. Poco antes de entrar en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy, Vincent le envía a su hermano Theo una caja llena de cuadros y le pide que mande forrar esta obra en concreto. El forrado o reentelado consiste en pegar al lienzo una tela nueva por detrás, para darle más firmeza. Es un procedimiento que tiene cierto riesgo y como a Theo le gustó mucho la obra, prefirió enviársela a Vincent de nuevo para que hiciese una copia, por si las moscas se estropeaba el original. Y eso hizo, pintó una copia del mismo tamaño, prácticamente igual, pero sustituyendo los retratos de Eugéne Boch y del teniente Milliet por un autorretrato no identificado y la imagen de una mujer rubia desconocida. Esta es la versión que se conserva en el Art Institute of Chicago.

A finales de ese mismo mes de septiembre, Van Gogh decide hacer copias de varias de sus obras para enviárselas a su madre y a su hermana Wil. Una de estas obras es el dormitorio, aunque esta vez lo pinta en un lienzo ligeramente más pequeño y vuelve a cambiar los cuadros, esta vez por un autorretrato con el rostro afeitado, que fue una de las obras que les envió, y el retrato de una mujer morena que tampoco se ha identificado. Esta es la versión que encontramos en Museo d'Orsay de París. 


El dormitorio de Van Gogh en Arlés representaba ese hogar que Vincent había montado con tanto cariño, las esperanzas que había puesto en ese taller de artistas.





Perspectiva de un cuarto a partir de un punto de fuga.
Ejemplo:


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